PROPÓSITO Y VALORES

UNA PÍLDORA DE PROPÓSITO Y VALORES 

Empezar cualquier cosa, siempre me ha costado mucho. Esperemos que pronto podamos regresar y retomar nuestras vidas, sin embargo, ¿os habéis preguntado cómo será esa "nueva vida" de la que tanto hablamos y a la que tanto queremos volver? ¿Qué cambios habrán hecho  nuestros alumnos,nuestros compañeros de trabajo y nosotros mismos?
Sin duda, el regreso y el empezar de nuevo no será fácil. Nos encontraremos con miedos que antes del Covid-19 no exixtían. Miedo al abrazo, al beso, al contacto y al contagio. Si porque aunque nos digan que el peligro ya pasó, no vamos a fiarnos fácilmente. 

Empezar de nuevo. No importa si comienzo el curso escolar después de un largo parón, o si retomo algo que dejé apenas ayer, empezar será difícil.  Sin embargo, en este período de cuarentena, he vuelto a pensar en algo muy importante, que cambió mi manera de empezar y retomar la vida, se llama PROPÓSITO.
                                     
                                                   Pero, ¿de dónde viene esta palabra?

La palabra propósito viene del latín propositum, compuesto por dos partes, el prefijo pro- que significa hacia adelante y de positum que es el participio de ponere que quiere decir poner y proponer.

El propósito es por lo tanto "proponer al futuro" y esta es la definición que utilizaré para presentar este post.

El principio del propósito surge de la mano de Viktor Frankl  y Stephen Covey lo desarrolla en su obra maestra "Los 7 hábitos de las personas altamente efectivas". El futuro, según este último, te permite ver un potencial que aún no se ha realizado. Tu visión hacia el futuro es lo que empuja el ahora. El vivir en el ahora es importante siempre y cuando las decisiones que tomamos estén gobernadas por esa visión del futuro.
Pero no pretendo, ni mucho menos, resumir las teorías y los trabajos de estos dos grandes maestros. Eso si, me atrevo a recomendaros sus investigaciones como material para enriquecer vuestras actividades.

Bien, quiero presentaros una nueva manera de empezar, tanto si eres docente, discente, empleado o empresario, trabajar con un propósito claro

Retomar esta nueva etapa desde el propósito y como herramienta puede ayudarnos a:
  • conocer más profundamente a nuestros nuevos alumnos, compañeros o jefes,
  • conocer su nuevas inquietudes en relación al entorno laboral donde estén,
  • conocer qué les preocupa, mueve o interesa,
  • conocer sus debilidades y fortalezas,
  • y por encima de todo, volver a reconocernos.
Cualquier cambio, cualquier nuevo paso que queramos dar, es bueno hacerlo y experimentarlo en nosotros mismos, de ahí que os anime a aplicar esta herramienta del propósito, primero en vosotros, para que luego podáis utilizarla en vuestro entorno.

A continuación mi propuesta:
 De acuerdo a Stephen Covey tenemos 4 necesidades básicas que debemos cumplir: Live (vivir), Love (amar), Learn (aprender) y Leave a Legacy (dejar un legado) y que se pueden resumir de la siguiente manera:

VIVIR: es el propósito que nos marcamos para cubrir nuestras necesidades físicas, nuestro bienestar económico, nuestra salud, los alimentos que tomamos, etc.

AMAR: es la necesidad social de relacionarnos con los demás, de amar y ser amados. Es también la necesidad de pertenecer a un grupo social.

APRENDER: es nuestra necesidad mental de desarrollarnos, saber y conocer mejor. Es esa necesidad ligada a nuestra inquietud por ser.

DEJAR UN LEGADO: es cumplir con la necesidad espiritual que tenemos de valernos como personas y dejar una huella.

1. Coged 4 papeles pequeños, tipo post it,  y escribid en cada uno de ellos cuál es vuestro propósito de vida de aquí en adelante, ya sea como formador, alumno, trabajador, jefe, ...
Hacedlo con las categorías de Covey, es decir, un post it será para vivir, otro para amar, el siguiente para aprender y el último para dejar un legado.  


                     


2. Una vez que tenemos escrito un propósito en cada área, vamos a pensar en un Valor que nos ayude y acompañe a cumplir cada uno de los propósitos anotados.


                             

                 

3. El siguiente paso es trabajar con los Valores y para ello, vamos a utilizar una de las herramientas del coaching llamada el plan de acción.  Para que las acciones que nos proponemos lleguen a buen puerto la mejor manera es fijando prioridades. A cada uno de los Valores le vamos a dar una puntuación del 1 al 10, siendo el 1 la más baja y el 10 la más alta. Para poder hacerlo, vamos a pensar en dónde nos encontramos en relación a ese Valor. Por ejemplo si mi Valor es el de la seguridad, pienso que me encuentro entre un 6 o 7.  

                

4. El siguiente paso es establecer una prioridad de trabajo, en función de las puntuaciones que hemos asignado a nuestros Valores. Con esto, ya tenemos establecida una priorización y jerarquización de nuestros Valores.

5. Para que un plan de acción funcione, debemos establecer las acciones y los plazos en que éstas se van a llevar a cabo. Para ello, junto a cada Valor ya priorizado y jerarquizado, vamos a escribir la acción que vamos a hacer para que se cumpla y la conducta o comportamiento que nos va a indicar que lo estamos cumpliendo.

6. Ya para terminar, responderemos a estas preguntas con cada Valor: 

  • ¿Qué?
  • ¿Cómo?
  • ¿Cuándo?
  • ¿Dónde?
  • ¿Con quién?

  La potencia de este ejercicio es el tener claro el propósito para conocerte. Si este ejercicio de propósito y Valores lo trabajamos en nuestro entorno familiar, aprovechando este período de cuarentena, seguramente cuando tengan que reunirse nuevamente con sus compañeros en el colegio o en su empresa, lo harán sin miedos. estaremos preparados para afrontar esta "nueva vida". 

En el resultado final y aplicado este ejercicio a tu clase si eres educador, atus empleados o compañeros de trabajo, comprobarás que se da un efecto de win-win, donde tú como docente, compañero o empresario descubres el propósito de las personas que te rodean y ellos encuentran una nueva manera de afrontar su camino.

Te propongo plantearlo como ejercicio para iniciar el trimestre en el centro de estudios, en la oficina o donde sea que te toque empezar. Será mucho más fácil enseñar y trabajar en base a lo que la gente espera dar y recibir y dar. 
Si te animas a hacerlo en familia, antes de que termine la cuarentena, les ayudará a salir de casa y regresar sin miedo.  Saldrán más seguros y motivados, tendrán un claro Propósito y unos Valores firmes para así hacerlo.

Hace dos años realicé este ejercicio en Ecuador con un maravilloso grupo de docentes en Guayaquil. Escogieron y desarrollaron su propuesta de futuro de cara a su trabajo. 
Fue una experiencia muy gratificante y con un resultado muy motivador.



                                   No hay límites para el planteamiento de vuestros propósitos.

Este curso con mis alumnos de 8 años ya empecé mi trabajo con esta nueva y potente herramienta.  Algunos de sus propósitos fueron el de "mejorar la letra"; "no molestar en clase"; "ayudar más en casa"; aprender más inglés"... A mi regreso lo pienso plantear en todo el centro educativo en mi Proyecto de Valores de Centro. Seguramente serán otros propósitos.
El siguiente paso será escribir ese propósito a modo de "Contrato Mágico"  pidiendo además a los padres que participen en ello para que exista un compromiso aún mayor, y sobre todo, para que se cree un vínculo de comunidad educativa, alumno- familia- escuela.
                                                              
                                                                Propósito y Valores

Feliz retorno!




1 comentario:

  1. Gracias Ani por ponerlo en blanco y negro. Así es efectivamente cómo funcionan las enseñanzas combinadas de los maestros Frankl y Covey. Tener propósito es tan antiguo como el ser humano. Poner en acciones ese propósito es el reto

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