OTRA EDUCACIÓN ES POSIBLE

CONTRATO MÁGICO

La metodología basada en Valores está pensada para facilitar el aprendizaje en cualquier asignatura y a cualquier edad. Facilita además la organización en el trabajo, el desempeño de los alumnos y el día a día en el aula. Un ejemplo de esto es el uso de la herramienta base de Otra Educación es Posible, el “Contrato Mágico”. 

Es una herramienta que se basa en la creación de alianzas entre los integrantes del trabajo a desempeñar. Puede ser entre alumno y profesor, entre alumnos y se puede incluso integrar a la Comunidad Educativa al completo, todo depende del enfoque que se le dé al trabajo en cuestión.  Antes de iniciar el proyecto o la tarea, se debe explicar claramente el objetivo, contenido y resultado que se quiere obtener con tal o cual trabajo. Ha de ser planteado en función de los beneficios que aquel trabajo les va a proporcionar. Ha de ser siempre muy motivante. Recordemos que, a la generación actual no le interesa mucho lo que tenemos para ofrecerles.
Es una manera lógica de estructurar el trabajo a nuestros alumnos. Cada día cuando llegamos a nuestros centros de trabajo, como adultos, sabemos exactamente lo que vamos a hacer en el aula y es justo que nuestros alumnos también sepan lo que harán y además lo que se espera de ellos.
Este vínculo o contrato que se establece para mejorar el trabajo y desempeño de los alumnos en el aula, les ayuda a saber qué es lo que se espera exactamente de ellos en cada momento. Solo así podremos exigirles el cumplimiento de su trabajo, a la vez que ellos conocen hasta dónde deben llegar, es un acuerdo de dos partes.

Para explicar el trabajo una de las herramientas que utilizo mucho en la metodología de Otra Educación es Posible, es el paso a paso. Utilizando esta manera de explicar las cosas, el alumno se organiza y conoce de antemano lo que va a suceder. Se reduce el nivel de estrés en los alumnos, la sesión se desarrolla más organizadamente y cada uno en el aula, conoce su papel.
A modo de ejemplo, este sería el desarrollo para establecer alianzas a través del “Contrato Mágico”.

Si previamente, los alumnos ya están familiarizados con Los Valores, saben y conocen  algunos,  facilitará la elaboración del contrato. Si, por el contrario, no han trabajado nunca con Valores, puede suceder que este sea un buen momento para introducirlos en el mundo de los Valores.

Paso 1. Explicar a los alumnos lo que se va a trabajar. Por ejemplo, en la asignatura de matemáticas se les puede explicar lo siguiente: vais a trabajar en equipos. En cada equipo habrá un problema que resolver. Luego cada equipo compartirá con el resto de los equipos, el proceso mediante el cual resolvieron el problema. Habrá 5 equipos, 1 capitán que coordinará el trabajo de cada equipo.

Paso 2. Preguntad a los alumnos los Valores que se necesitan para trabajar este ejercicio. Sus respuestas se pueden copiar ya sea en la pizarra o en una cartulina. Este ejercicio no toma más de cinco minutos y sin embargo sirve para toda la sesión. Dirán Valores como el silencio, respeto, escucha, colaboración. Estos los copiamos y los dejamos a la vista. De esta manera ya estamos poniéndonos de acuerdo en algunos Valores. Este es el inicio de la cohesión y la alianza.

Paso 3.  “Desgranar” esos Valores propuestos por los alumnos. Para ello les preguntamos qué es lo que cada Valor aportará y para qué servirá. Es muy interesante escucharlos puesto que de sus respuestas dependerá su comportamiento y trabajo en la determinada actividad.

Paso 4. Estructurad este contrato de tal manera de que sirva como referencia cada vez que cualquier alumno no cumpla con lo pactado.

En la siguiente imagen se puede observar uno de los contratos elaborados en el aula con alumnos de un curso de primaria.


















Las preguntas escritas en rojo las hace el formador y las respuestas de los alumnos están en azul. No es necesario escribir más que las respuestas en azul.

Este contrato está expuesto en un lugar visible del aula y se hace referencia a el, cada vez que durante el trabajo se escuche mucho ruido, no se respete el turno de palabra, o se falte a cualquier situación pactada.

Es una herramienta tan potente, que incluso en el patio, a la hora del recreo y antes de que surja cualquier conflicto, se puede pedir a los alumnos que verbalmente elaboren un Contrato Mágico que les permita establecer claramente las normas de los juegos que van a tener. Es una manera sencilla para aclarar mal entendidos y sobre todo resolver conflictos.




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